La Utilización de la Radiestesia en la Apicultura

Particularidades y preferencias a la hora de elegir su morada.

Bastante es lo que se ha escrito y estudiado sobre el proceso que denominamos «enjambrazón» y que lleva a una familia de apis a su momento culmine, y quizás el más importante dentro de sus propios fines:
La reproducción.

Ya sea que esta familia esté instalada en una colmena proporcionada por un apicultor, o a su aire en un ancestral árbol hueco, el instinto es irreprimible y, si se dan las condiciones adecuadas, la colmena se divide partiendo con su soberana unas 10 a 12 mil abejas, comenzando desde ese momento la aventura de fundar una nueva colonia.

No es la idea detenernos en las condiciones que propician y desencadenan este evento tan significativo, sino mas bien intentar descubrir que es lo que sucede a partir de ese momento, donde las abejas quedan muy vulnerables, colgando de alguna rama amontonadas en su racimo, a pocos metros de su progenitora.
O acaso en vez de «progenitora» no es su hija a quien deja atrás?

Esto es lo primero que deberíamos aclarar, si pudiéramos:
Para la mayoría de los apicultores, la colmena madre es la que dio origen al enjambre y que queda atrás cuando este parte, lo que suena lógico porque es donde se originó el mismo. Pero si nos detenemos un segundo a pensar en el modo en que se desarrollan y reproducen las abejas, nos encontraremos con que la soberana, la reina madre de todos los habitantes de la colmena, en realidad se va del nido dejando a sus propias hijas ya instaladas, protegidas y con reservas de alimento incluidas.
Entonces nos cabe la pregunta, si la verdadera «madre» o progenitora, no es acaso la que se va liderando el enjambre: Para las abejas, quizás no para nosotros, sin dudas la respuesta es un si.

Esto porque el instinto y destino de las abejas es colonizar nuevas áreas, explorando incansablemente en busca de mejores condiciones, utilizando para ello distintos huecos que van encontrando en esas zonas por descubrir, donde van dejando instalados a sus hijos para que compitan con los de otras familias vecinas, y así sobreviva y se reproduzca el mas apto, el mejor preparado para ese entorno. Esto es más notorio, por ejemplo, en las africanizadas, quizás un poco más vicerales y primitivas que sus parientes europeas.
Su vida entera es una incansable e interminable lucha.

Esto ha sido así desde siempre, y desde milenios el hombre ha sabido aprovechar este hecho mediante distintas técnicas, a fin de obtener de estos enjambres ya convertidos en colmenas, la codiciada miel de nuestras amigas.

Para ello se dispusieron como caza-enjambres, desde troncos ahuecados, tubos de cerámica o barro, canastas de mimbre o paja, estructuras de piedra etc..Todos ellos dieron resultados y permitieron al hombre obtener lo que buscaba, en muchos o casi todos los casos, en menor medida de lo que permiten los sistemas reproductivos actuales.

Porque detenernos a revisar estos ancestrales métodos para crecer en colmenas entonces, si los actuales permiten una mayor rapidez y eficiencia?

Hay varias respuestas posibles:

– La cuestión filosófica y personal, más común en un aficionado que en un profesional del rubro, donde preferimos dejar a la naturaleza la tarea de elegir en estas cuestiones, sobre quien es reproducíble y quién no.

– Porque es un sistema muy económico, que prácticamente no insume tiempo ni exige el desembolso de grandes capitales al apicultor o aficionado, cuyo bolsillo esta muy restringido hoy por hoy.

– Permite diversificar la genética que manejamos en nuestros apiarios, ya que las incorporamos año tras año, y así tenemos mas de donde elegir, que siempre es bueno.

– Al hacernos de enjambres en zonas donde no hay apicultores a la vista, estamos recurriendo a lo mejor que a podido desarrollar la naturaleza, a través de la selección del mas apto, y ésto ya adaptado a el entorno, al medio que nos rodea, si bien hay que aclarar que no siempre el mejor desarrollo de la naturaleza es el mejor para los fines que busca el apicultor. Muchas veces no son compatibles, y esto quizás merece una segunda selección, ya sesgada por nuestro criterio muy humano de qué es «lo mejor».

Ya entrando al sistema empleado para cazar enjambres, la lógica nos dice que para tener éxito en esta tarea, es condición necesaria conocer a fondo que es lo que busca un enjambre para instalarse y fundar una colmena.
Hace varias décadas, el Dr. Thomas Seeley de la Universidad de Cornell en Ithaca EEUU, se dedico a esta tarea disponiendo varios tamaños tentativos de «cazadoras», para ver cual resultaba mas atractivo a estos.

A través de su trabajo llego a la conclusión que el tamaño de colmena que mas atraía a un enjambre vagabundo, eran las que tenían las dimensiones aproximadas a un alza standard o cámara de cría Langsthrot, que tiene un volumen interior de 42 L aproximadamente.

También concluyo que era indiferente la posición de la entrada o piquera, aunque si era representativo el tamaño de esta, eligiendo aquellos cebos que presentaban aberturas de alrededor de 15 cm2 en su parte inferior y de preferencia de forma circular, quizás imitando lo que en la naturaleza es mas común, como el hueco de un árbol practicado por un pájaro, o una rama que se quebró dejando expuesto el interior a hongos e insectos, que con el tiempo dieron forma al posible nido. También las madrigueras abandonadas de roedores y reptiles que suelen ser morada para las abejas y que tienen esta forma en su entrada, podrían haber «fijado» este criterio de búsqueda a través de los millones de años que vienen haciéndolo.

Al parecer, la altura de unos 4 a 5 metros del suelo, es otro factor que ayuda a la hora de decidirse a un enjambre por uno u otro habitáculo, al igual que el hecho de estar casi a plena sombra.

Se encontró conque los huecos sin «olor» ni rastros de anteriores familias de abejas, no eran muy apetecidos, lo mismo que los que presentan ranuras o luces en el techo y que por ello exponen el interior a las inclemencias del medio.

Igual sucede con los que se dispusieron expuestos directamente al sol, que tampoco les agrada, y esto ya quizás por la dificultad de una nueva familia, con tan pocas abejas, en mantener controlada su temperatura de manera eficaz.

Tampoco pareció relevante en el estudio del Dr. Seeley, la distancia a la que se disponía esta cazadora respecto de la colmena que da origen al enjambre. Pero en esto nosotros si encontramos una tendencia a preferir asentarse a no menos de 500 a 700 metros de su origen.

Sin dudas, todos datos muy valiosos para mejorar la puntería en nuestra «cacería», y que son producto del arduo y ordenado trabajo de este científico, que nosotros tomamos como punto de partida para nuestras propias experiencias.
Ahora bien, que sucede en la práctica, cuando disponemos cazadoras considerando todas estas características anteriores?
En la experiencia de muchos de quienes nos embarcamos en esto, y teniendo en cuenta la necesidad de que el potencial apícola de las regiones fuera similar o al menos parecido, definimos entonces el entorno o marco para este trabajo como el «monte nativo» y mas precisamente las características del muy diezmado monte chaqueño, o sus equivalentes para otros ámbitos de nuestro planeta. Así, para este tipo de entorno, nos encontramos que un promedio del 40% de cazadoras ocupadas a fin de temporada es la media, y aunque no es una cifra para nada despreciable, si pensamos como «mejorable».

Fue en ese sentido que nos abocamos a la tarea de intentar descubrir que es lo que motiva a los enjambres a optar por lugares que presumimos como «estratégicos», donde todos los años se producen capturas e incluso, si nos tomamos el trabajo de recolectarlos y re-ubicarlos ni bien ingresan, podemos obtener varios de ellos en un mismo sitio, llegando quien escribe a bajar ocho en un mismo lugar, como un caso excepcional.

Que es lo que sucede en estos sitios?
Aun poniendo a escasa distancia de estos sitios especiales otra cazadora de idénticas características, esta parece ser ignorada constantemente a lo largo de los años, como si no existiera, mientras «el sitio» da sus frutos casi sin fallar nunca.
Incluso en mi caso opté por colocar las mismas cazadoras que antes habían sido aceptadas, en la idea de algún contaminante en las nuevas que motivara al rechazo que obstinadamente recibían año tras año. Estas cazadoras ya aceptadas, donde ya habían entrado enjambres repetidas veces, fueron entonces trasegados a nuevas colmenas y al reposicionadas a unos metros de ese «sitio», cuidando de mantener las mismas condiciones del anterior.
El reusltado….nada, volvían a entrar en el exacto lugar de antes, ignorando estos nuevos emplazamientos.

Para dilucidar un poco esta cuestión, aun sin ser científicos, es que se utilizaron diversos productos para «igualar» olores dentro de las cazadoras, recurriendo para ello a cera derretida, propóleos, cebos de feromonas artificiales etc..todo de una misma partida, para asegurarnos que «olieran» igual para nuestras amigas. Así formamos grupos de cazadoras «igualadas» en olor, unos sobre sitios donde ya se sabia que ingresaban enjambres, y otro grupo sobre sitios cercanos, pero desconocidos.

Sin embargo, nada cambió, y los sitios donde ingresaron fueron los mismos de todos los años, pero si prefiriendo ya sobre estos sitios conocidos, los que contenían panales negros por sobre el resto, e ignorando casi siempre aquellas cazadoras que habían sido dejadas como «testigos», donde no se utilizó ningún aroma en particular, mas que la propia madera o cartón según fuera el caso, lo que en cierta humilde forma, corrobora lo que hallara el Dr. Seeley: Lo nuevo y sin olor a colmena, no es muy tenido en cuenta.

Cedimos entonces a la idea de que la atracción, quizás no es solo el «hueco» en si, sino que este debe además encontrarse enclavado en un sitio de ciertas características geológicas, o mejor dicho: bio-geológicas.
Aquí comenzamos a transitar por caminos que ya escapan al rigor de la ciencia, donde no todo es explicable pero si comprobable, pues es repetible, por lo que al menos en mi caso me decidió a continuar porque no hay nada que perder, solo basta probar.

Este camino se llama radiestesia que practican los Zahoris, y resulto ser una herramienta clave a la hora de instalar cazadoras (y colmenas) y que según la experiencia de 4 años llevada a cabo, marco la gran diferencia entre el 40% de los comienzos y el más de 80% de capturas posibles hoy, obtenidas utilizando este recurso.

Para ello contamos con la ayuda del Sr. Jordi Pascual, geo-biólogo y zahorí de España, quien desinteresadamente prestó su tiempo y conocimiento para con quién escribe y quienes se sumaron, instruyéndolo pacientemente en este arte a fin de poder ubicar estos sitios y realizar «mediciones» sobre los lugares donde ya se encontraban enclavadas mas de 200 familias salvajes que fueron estudiadas, para tener una idea de que es lo que les gusta en condiciones naturales y así saber por donde comenzar
.
Así, poco a poco fueron saliendo a la luz varios indicios que revelaron la importancia que tiene para las abejas, el encontrarse alojadas sobre los denominados «cruces telúricos«.
Los «porqués» de este hecho y sus respuestas, son todos de origen práctico, sin validación científica alguna, pero entre ellos figuran el mejor desarrollo de bacterias y hongos sobre estos sitios, que al parecer ayudan en la preparación del pan de abejas, comida esencial para la cría, al igual que sucede con las hormigas que gustan de hacer sus nidos sobre los mismos lugares, y en cuyo interior también se manifiesta esta transformación de vegetales por medio de hongos y bacterias.
Esto se probó con otra experiencia, que consistió en dejar en fermentación el preparado de pan de abejas (artificial), colocando unas muestras sobre sitios de cruces de lineas Hartman, previamente identificados, y otros sobre zonas neutras, o sin alteraciones energéticas.
Los resultados fueron concluyentes, y es evidente que algo pasa en los sitios geopatogénicos, que favorece el desarrollo de la micro-fauna, como hongos y bacterias, muy superior al resto y llegando en varios casos a «agriarse» el preparado dejado en lugares neutros, quizás por la falta de rápido desarrollo de levaduras que dio más tiempo a las bacterias que echan a perder todo.

Igualmente, las cazadoras que se instalaron sobre cruces energéticos especiales, como el que se produce al cruzarse dos lineas Hartman, o una de estas y una vena de agua subterránea, o cruces dobles, como Hartman y Curry, o una falla geológica y cualquiera de las anteriores, proporcionan verdaderas sorpresas a la hora de cuantificarlos en capturas y no termina allí, pues la sanidad y el desarrollo de las familias que se dejan crecer en estos lugares especiales, es muy superior al resto, que serian las que se hallan en sitios neutrales, aunque también hemos notado un incremento en su nivel de respuesta o defensa, mostrándose menos predispuestas a ser «manoseadas» que las que están fuera de cruces energéticos.
Lo más llamativo y que nos da a entender cuán importante es para ellas esta condición, es que para una colmena que ya estaba instalada exactamente sobre un cruce telúrico, moverla unos pocos centímetros implica que ellas desplacen el nido de cría hacia ese sentido, pegándolo a una de las caras de la colmena. Al volverla a su lugar original, el nido nuevamente es «centrado» siguiendo la posición del cruce. Una llamativa necesidad de estar sobre ellos y que cualquiera de nosotros puede comprobar si deja de lado algunos prejuicios y se decide por probar.

En este camino ya había realizado trabajos el colega Orlando Valega de Corrientes, Argentina, de cuyos valiosas experiencias nos nutrimos para intentar profundizar un poco mas.
A mi entendimiento, esto sigue siendo algo difícil de explicar de manera racional, pero los resultados son los que mandan y a ellos debo atenerme a la hora de ofrecer nuestra experiencia, y ese 40% de capturas extra utilizando este medio, sin dudas lo amerita.

Otro factor decisivo para nuestras pobres abejas en busca de hogar, para mi el mas importante y que supera ampliamente a todo lo anterior, es la presencia de aromas, feromonas y demás, que indiquen a las abejas que en ese hueco antes habitó una familia de apis, como panales negros y perfumados por el uso de una reina, o mejor aun, los restos de los panales negros, que hayan contenido cría y polen, una vez consumidos por las polillas de la cera, y reducidos tras dos a tres años a un polvo negro, muy fino y aromático, colocado aun en pequeñas cantidades (una cucharadita basta) dentro de las cazadoras, oficia un verdadero milagro.
Este conocimiento nos llego de la mano de Salvador Santonja, de España, quien nos regalo la receta de su «esencia milenaria» que es como él mismo ha dado en llamar a este polvo, y que se dedica desde hace años a reubicar los enjambres que entran en su pueblo, para llevarlos a ciertas zonas destinadas para ello. Otra enriquecedora experiencia que nos decidimos a probar, y que parte de ella se puede ver en internet, en http://www.youtube.com/watch?v=b5I8TukvjEk

Quizás esto nos lleva a considerar una hipótesis un tanto naturista en los motivos que tiene un enjambre al decidirse por un lugar u otro, pues es sin dudas este material lo que encontraría una abeja exploradora que esta en la búsqueda de un nuevo hogar, cuando se topa con una colmena ya vacía, abandonada y «limpia» de panales, pues son las polillas de la cera las únicas encargadas de descomponer este material, que de otro modo permanecería inalterado por muchos años, guardando en ella las bacterias y hongos que posiblemente mataron a la anterior. Este pequeño insecto, odiado por muchos apicultores por el daño que causa en los galpones donde guardamos material, muestra así su verdadera función en la naturaleza.
Sea como sea, este es «el» cebo para atraerlos, y que no hace menos importante todo el resto de trabajos y consideraciones, pero que no debería faltar en la caja de herramientas de quién quiera lograr el éxito. La preparación toma tres años, hasta que os panales se reducen a polvo fino y negro, pero al año ya comienza a funcionar bastante bien.

Si conseguimos reunir una cazadora con todos estos requisitos que nos sugiere el Dr. Seeley, a la vez que las ubicamos sobre sitios telúricos utilizando la radiestesia (o buscando hormigueros que se encuentran generalmente sobre esta clase de sitios) y las perfumamos con la esencia milenaria de Don Salvador, no es de extrañar que varios años rondemos el 90 a el 100% de capturas, transformándose así en un valioso recurso, que nada tiene que envidiar al mejor sistema empleado por la técnica convencional o intensiva, incluso superándolo.

Aquí van una serie de gráficos, donde se vuelca la información recopilada, para hacer mas fácil su comparación y entendimiento.

Los datos corresponden a la experiencia con caza-enjambres entre la primavera de 2010 y 2012 inclusive para completar tres ciclos, el primer gráfico para los caza-enjambres ubicados sin el uso de la radiestesia (al azar, es decir que puede o no estar sobre un sitio especial) y el siguiente cuadro mostrando los resultados, pero ya con el empleo de esta herramienta que en mi caso fueron las varillas en «L».

SIN uso de RAdiestesia

SIN uso de RAdiestesia

Grafico 1

Veamos ahora los resultados en todos estos grupos para las mismas fechas y en ubicaciones muy cercanas, pero utilizando la radiestesia para enclavárlos en cruces de lineas Hartman.

Utilizando Radiestesia para su ubicación

Utilizando Radiestesia para su ubicación

Grafico 2

Conclusión.

En resumen y según la experiencia llevada a cabo, los enjambres a la hora de optar por un nuevo hogar prefieren los sitios que ya han sido utilizados anteriormente por familias de abejas, y en ello el polvo de panales negros procesados ´por las polillas es decisivo, que estén en condiciones para poder mantener correctamente su temperatura (media o plena sombra), sin luces o grietas en el techo del hueco , de piquera o entrada redondeada y de no mas de 15 cm cuadrados, que estén a una altura de 4 a 5 metros del suelo, con un volumen interior de alrededor de 40 L y que estén enclavados sobre un cruce telúrico de lineas Hartman.

Bibliografía consultada y experiencias relacionadas:

Original Article printed in Apidologie (1995) 26: 467-75
Selection of Nest Cavities by Africanizedand European Honey Bees
Justin O. Schmidt(1) and Rich Hurley(2)
(1) Carl Hayden Bee Research Center, USDA-ARS, 2000 E. Allen Road,
Tucson, AZ 85719, USA.
(2) Western Pulp Products, P.O. Box 968, Corvallis, OR 97339, USA.

Information Bulletin N. 187 Cornell Cooperative Extension Publication
«Bait Hives for Honey Bees»
By: Thomas D. Seeley, Roger A. Morse and Richard Nowogrodzki

Energias teluricas y las abejas. Su efecto en las personas, animales y las plantas.
http://www.apiservices.com/articulos/energias_telluricas.htm
Por: Orlando Valega y la colaboracion de Juan Andres Rivas de La Pampa, Argentina, y Armando Gonzalez de Mar del Plata, Buenos Aires Argentina.

Radiestesia Integral.
Del Padre Ricardo Luis Gerula, edit. Kier

Asi se funda una colmena.
Articulo publicado en Investigacion y Ciencia N. 75 en Diciembre de 1982 Por Thomas D. Seeley.

Articulo publicado en la web de la FAO sobre pan de abejas y su preparacion.
http://www.fao.org/docrep/w0076e/w0076e11.htm

Agradecimientos:

Al Sr. Oscar Perone, fundador de la Permapicultura, por mostrarnos el camino.
Oscarperone@gmail.com

Al Sr. Jordi Pascual, geobiologo y zahori de España.
Av. Llibertat, 22, 1º, A – 08100 Mollet del Vallès – BCN – Tel.+34 668 815 252
info@biohabitabilidad.es ‐ www.biohabitabilidad.es

A los hermanos apicultores Ebert y Renzo Giovanella, de Sampacho-Córdoba, por su ayuda con el material y su invalorable experiencia con las abejas.
apicolaebertgiovanella@gmail.com
renzogiovanella@yahoo.com.ar

A todo el grupo de colegas y amigos del foro de apicultura natural, que brindaron sus resultados desde todas partes del mundo, sumando sus cazadoras a esta experiencia.

A la comuidad de La Viña, Catamarca, por su hospitalidad, el respeto y el cuidado de las colmenas y del material.

Pablo H. Baroffio
La Granja -Cordoba – Argentina  _  @: pablohbaroffio@yahoo.com.ar

Autor:

3 comentarios to “La Utilización de la Radiestesia en la Apicultura”

  1. Ramón Darío Escalante Suárez dice:

    Los aprendizajes y enseñanazas ancestrales se estan perdiendo por la premura de hacer dinero, indiscutiblemente el desequilibrio sicologico de la humanidad radica desde que el hombre se desligó de la madre natura y su fusion en vibrante armonía.
    La personas erradicaron de sus vidas la simbiosis energetica que existe entre el cosmos, la tierra, la flora, la fauna (en todas sus extensiones) por vivir en las ciudades sumidos en en el concreto y en los artefactos electrónicos que impiden que las ondas de energía cosmica no sean captadas por nuestros organismos y asi mismo la naturaleza.

    Soy un pleno convencido de estas energias y se que son las que nos indican donde, como y cuando se deben aplicar.

    Muchas gracias por esta informacion, soy novato en esta ciencia hermosa de la apicultura apesar que empece tarde en mi vida, pero la estoy estudiando con el mayor interes, mas del que le he puesto a otros temas técnicos y tecnológicos.

    Se que la radiestesia, la energía sicotronica, los orgonites, los cloubuster, las varillas radiestesicas, el pendulo, la orqueta radiestesica, la percepción extrasensorial y muchas cosas mas que desconocemos por el abandono de las mismas y que debemos retomar , aplicar hasta hacerlas nuestras de nuevo para llevar el planeta nuevamenta a su armonía.

    La ambición de las grandes multinacionales por encima de la madre natura y de sus mismos congeneres, los sistemas y las nuevas ordenes del manejo mundial no les importa diesmar la humanidad y su habitat solo con el vil hecho de llenarse de poder fatuo y dinero que no les va alcanzar para comerse un alimento sano por el simple hecho que ellos mismos lo contaminaron desde sus cadenas geneticas hasta el agua y el suelo.

    Solo espero que poder colaborar con lo poco que entiendo, aplicando estos conocimientos ancestrales. Estamos estudiando lo referente al ormus, los orgonites, los cloubusters, el mms y ahora los temas que nos compartes.

    Nuevamente gracais por estas informaciones que nos compartes y no los echaremos en saco roto.

    Espero tener mas información para estudiar y nutrir más este linda ciencia de la apicultura aplicando con el coadyuvante de la radiestecia.

    Un frarterno abrazo desde Cúcuta, Colombia.

  2. Miamor dice:

    Hola Oscar,esa curiosidad debereda ser la que coelmptara este panal. La abejas vuelan a 25 km/h, una velocidad que sorprende considerando que solo pesa 0,8 gramos. Ased puede recorrer 8km en 20 minutos.

  3. Hola Jordi, esta investigación en gran aporte y arroja luz sobre los excepticos.

Deja un comentario

Comentario