Biohabitabilidad y el Feng Shui

Feng Shui es una forma de geomancia desarrollada en China hace más de 7000 años. Originalmente el Feng Shui estudiaba e interpretaba los cambios que ocurren en la naturaleza, el clima, y los astros. Fue en el siglo IX cuando este estudio se difundió a occidente dando a conocer de forma abierta las prácticas y técnicas del Feng Shui que se conoce y aplica hoy en día. Posteriormente, en 1976 se creó en Alemania el Instituto de Biología y Ecología de la Construcción, también conocido como Instituto de Baubiologie, que inició la normalización de numerosas tradiciones antiguas.

Aunando estas antiguas tradiciones nace la Biohabitabilidad como una evolución de éstas.

Esencialmente, la Biohabitabilidad se diferencia del Feng Shui en que éste contempla únicamente la ubicación geográfica de la vivienda o edificio, su diseño y decoración interior, pero no analiza las geopatías del entorno o geobiología. Este es el paso que se añade en el concepto de Biohabitabilidad. De este modo, en la aplicación de la biohabitabilidad se contemplan un conjunto de medidas encaminadas a mejorar las condiciones de salud y bienestar de los usuarios de un espacio mediante la radiestesia o teleradiestesia.

Estas medidas, entre otras pueden ser:

  • Medir y reducir los desequilibrios vibracionales existentes en el sub-suelo y sobre el medio ambiente de los edificios.
  • Neutralizar las intensidades de los campos eléctricos y electromagnéticos, la radioactividad natural y artificial.
  • Considerar las radiaciones geo-energéticas y cosmo-telúricas, ya que en muchos casos todos estos puntos pueden constituir una fuente de perturbación importante que afecta básicamente al sistema inmunológico, al descanso y a la salud de las personas.

El concepto de Biohabitabilidad recoge los distintos factores que se contemplan en Feng Shui, Geobiología o Baubiologie que son necesarios para que un espacio determinado sea sano para sus moradores y su entorno, y neutraliza los efectos nocivos geopatógenos aplicando soluciones que regeneran y equilibran el espacio donde dichas anomalías pueden afectar a la salud y el bienestar de las personas.